En mayo de 2025, la isla de Cumbrae, situada en North Ayrshire, Escocia, se ha convertido en el centro de una intensa controversia entre las autoridades locales y los propietarios de inmuebles. El motivo es la entrada en vigor, en abril de 2025, de un recargo del 100 % sobre el impuesto municipal (Council Tax) aplicado a las segundas viviendas. Esta medida, destinada a mejorar el acceso a la vivienda para los residentes permanentes, ha provocado una fuerte oposición por parte de quienes poseen casas de vacaciones o alquilan propiedades por temporadas cortas.
Contenido de la medida
Según las nuevas disposiciones, todas las propiedades registradas como segundas residencias están sujetas a un impuesto municipal duplicado. El objetivo es incentivar el uso residencial continuo de las viviendas, reducir el número de propiedades vacías o infrautilizadas y fomentar la llegada de más habitantes permanentes a la isla.
Cumbrae tiene uno de los porcentajes más altos de segundas viviendas en Escocia. Aproximadamente un tercio de las viviendas en la isla se utilizan de forma estacional, lo que agrava la escasez de viviendas asequibles para familias locales, jóvenes trabajadores y empleados del sector público.
Precios del mercado inmobiliario en mayo de 2025
En mayo de 2025, el precio medio de una vivienda en la isla de Cumbrae oscila entre los 170.000 y los 190.000 euros. Los precios han seguido aumentando en los últimos años, impulsados en parte por la demanda de compradores de segundas residencias, lo que ha dificultado aún más el acceso al mercado para los residentes locales. Hace cinco años, propiedades similares costaban entre un 20 % y un 25 % menos.
Los alquileres también han experimentado una subida. En temporada alta de verano, una vivienda junto al mar puede alcanzar entre 1.000 y 1.200 euros por semana. Sin embargo, el alquiler a largo plazo es prácticamente inexistente, especialmente durante los meses de invierno.
Argumentos a favor de la medida
Los defensores del nuevo impuesto destacan varias razones de peso:
- El aumento de la recaudación permitirá invertir en servicios esenciales como educación, salud y transporte;
- Se animará a los propietarios a alquilar sus viviendas de forma permanente o a venderlas a nuevos residentes;
- Una mayor ocupación durante todo el año revitalizará las comunidades locales y dará estabilidad a la economía en temporada baja;
- La medida forma parte de una estrategia más amplia para fomentar el desarrollo sostenible y la equidad en el acceso a la vivienda en zonas rurales e insulares.
Críticas y preocupaciones
A pesar de sus objetivos sociales, la iniciativa ha sido duramente criticada por los propietarios de segundas viviendas. Entre sus principales argumentos están:
- La carga fiscal adicional se considera desproporcionada, especialmente para quienes ya han invertido en el mantenimiento de sus propiedades y apoyan la economía local;
- Muchas de estas viviendas no son adecuadas para residir todo el año debido a problemas de aislamiento térmico, sistemas de calefacción antiguos o accesos difíciles en invierno;
- El turismo sigue siendo un pilar fundamental de la economía de Cumbrae, y los propietarios de segundas residencias son actores clave. La presión fiscal podría frenar nuevas inversiones;
- El aumento de los costes podría provocar una venta masiva de propiedades, lo que conllevaría una caída de los precios y una posible inestabilidad del mercado.
Postura de las autoridades locales
Las autoridades insisten en que el impuesto no pretende castigar a los propietarios, sino formar parte de una estrategia integral para revitalizar las comunidades isleñas. Según el consejo de North Ayrshire, la infraestructura está infrautilizada en invierno y saturada en verano, mientras la población permanente disminuye año tras año.
Además, los responsables locales han mostrado disposición a modificar la política en función de los resultados y las opiniones ciudadanas. También se estudian posibles exenciones, como las aplicables a viviendas alquiladas a largo plazo.
Propuestas alternativas
En el marco del debate público, se han presentado varias alternativas:
- Introducir la medida de forma gradual para facilitar la adaptación de los propietarios;
- Aplicar un sistema fiscal diferenciado según el uso: residencia principal, alquiler vacacional, vivienda vacía;
- Crear un programa municipal de compra de inmuebles infrautilizados para destinarlos a vivienda asequible;
- Fomentar la construcción de viviendas asequibles con la participación de inversores privados y asociaciones público-privadas.
Conclusión
El caso de la isla de Cumbrae demuestra que incluso las políticas de vivienda con buenas intenciones pueden generar división si no van acompañadas de diálogo transparente y sensibilidad hacia las condiciones locales. El impuesto sobre las segundas viviendas podría ser una herramienta eficaz para combatir la escasez de vivienda y el declive demográfico, siempre que se aplique con flexibilidad, justicia y apoyo complementario.
En mayo de 2025, Cumbrae se encuentra en una encrucijada: puede convertirse en un modelo de regeneración sostenible para comunidades insulares, o en un ejemplo de cómo una política fiscal abrupta puede alterar el frágil equilibrio social y económico de un territorio vulnerable.