NEOM enfrenta problemas medioambientales en medio de retrasos en el proyecto

by Victoria Garcia
5 minutes read
NEOM Faces Delays and Environmental Criticism

El ambicioso megadesarrollo NEOM, concebido como una ciudad futurista en la costa del Mar Rojo, se encuentra en 2025 bajo creciente escrutinio por parte de ambientalistas e inversionistas debido a graves preocupaciones ecológicas y retrasos en su ejecución. Planeado como el buque insignia de la estrategia nacional Vision 2030 de Arabia Saudita, NEOM prometía ser un modelo de sostenibilidad, innovación tecnológica y planificación urbana del futuro. Sin embargo, el proyecto está mostrando signos de desaceleración, y las críticas internacionales aumentan.

Escala y costo del proyecto

El gobierno saudí anunció inicialmente una inversión de aproximadamente 500.000 millones de dólares (alrededor de 460.000 millones de euros) para la construcción de NEOM. El proyecto incluye múltiples zonas: la ciudad lineal THE LINE, el polo industrial Oxagon, el resort de montaña Trojena, y la isla turística de lujo Sindalah.

Una de sus principales promesas es lograr cero emisiones de carbono, funcionar con 100 % energía renovable y causar un impacto mínimo en el medio ambiente. Pero en la práctica, varios aspectos del proyecto están contradiciendo estas metas.

Impacto medioambiental

El componente más polémico del proyecto es THE LINE, una ciudad lineal de 170 km de largo, 200 metros de ancho y hasta 500 metros de altura, diseñada para albergar hasta 9 millones de personas. El sistema de transporte interno está pensado para ser totalmente automatizado y sin coches, con energía 100 % renovable y tecnologías sostenibles.

Sin embargo, expertos en medio ambiente han alertado sobre los siguientes problemas:

  • Destrucción de ecosistemas desérticos y costeros, incluyendo hábitats de especies en peligro como la gacela árabe, los manglares y los arrecifes del Mar Rojo.
  • Alteración significativa de entornos montañosos, particularmente en la región de Trojena, donde se planea construir una estación de esquí y una presa.
  • Uso masivo de materiales contaminantes, como el hormigón, el acero y el vidrio, cuya producción genera elevadas emisiones de CO₂.
  • Falta de transparencia en los procesos de evaluación de impacto ambiental, pese a la fuerte narrativa de sostenibilidad del proyecto.

Estudios independientes estiman que la construcción de THE LINE requerirá más de 2 millones de toneladas de cemento y 1,5 millones de toneladas de acero, lo que podría generar más de 10 millones de toneladas de emisiones de CO₂ si no se aplican tecnologías de construcción neutras en carbono.

Retrasos en la ejecución

Según el calendario inicial, los primeros habitantes de NEOM debían mudarse en 2024. Sin embargo, en 2025 solo se han completado trabajos preliminares, y las estructuras principales están aún en fase inicial.

Situación actual:

  • En THE LINE, se han terminado menos de 2 km de cimientos, sin estructuras verticales visibles.
  • En Oxagon, solo hay instalaciones logísticas temporales.
  • Trojena aún está en fase conceptual.
  • Sindalah, cuyo lanzamiento estaba previsto para 2024, ha sido pospuesto hasta 2026.

Hasta la fecha, se han invertido aproximadamente 60.000 millones de euros, aunque la mayoría se ha destinado a estudios, mercadeo y presentación institucional, más que a obras físicas.

Desafíos logísticos e infraestructurales

NEOM se construye en una región remota del noroeste saudí, en la provincia de Tabuk, con infraestructura limitada o inexistente. La movilización de materiales y equipos requiere inversiones adicionales colosales.

Estimaciones actuales incluyen:

  • Puerto de aguas profundas y plataforma logística en Oxagon: 1.200 millones de euros
  • Plantas de energía renovable y desalinización: entre 4 y 6 mil millones de euros
  • Tren de alta velocidad a lo largo de THE LINE: más de 15.000 millones de euros

A estos factores se suman desafíos climáticos como tormentas de arena, calor extremo y escasez de agua, lo que complica aún más la viabilidad técnica del proyecto.

Derechos humanos y desalojos forzosos

Otra fuente de polémica es el desplazamiento forzoso de comunidades beduinas que han habitado la zona durante generaciones. Organizaciones de derechos humanos denuncian expropiaciones sin compensación ni mecanismos legales adecuados. Esta situación pone en entredicho la legitimidad del proyecto y podría alejar a inversionistas con criterios ESG estrictos.

Replanteamiento de los objetivos

En 2025, ante el aumento de las críticas, las autoridades saudíes anunciaron que se está considerando una revisión de los objetivos iniciales. Según declaraciones oficiales, la población de THE LINE para 2030 podría ser de 1,5 millones de personas, en lugar de los 9 millones originalmente previstos.

También se estudia la posibilidad de dividir la ciudad en tramos de 10 a 20 km, con alturas más reducidas y arquitectura menos compleja, lo que facilitaría la construcción y disminuiría el impacto ecológico.

Este enfoque más modular podría ser positivo desde el punto de vista técnico y medioambiental, pero genera incertidumbre entre los inversores internacionales que apostaron por una visión ambiciosa y disruptiva.

Participación internacional

A pesar de los problemas, NEOM sigue atrayendo la atención de grandes actores globales:

  • Bechtel (EE.UU.) – ingeniería e infraestructura
  • AECOM y LAVA (Alemania) – arquitectura y planificación urbana
  • ENOWA – filial energética y de agua de NEOM

No obstante, algunas consultoras europeas han suspendido su colaboración, alegando discrepancias entre las promesas sostenibles del proyecto y las decisiones reales que se están tomando.

Conclusión

NEOM, que nació como símbolo del futuro, se enfrenta a una serie de retos que ponen en duda su viabilidad: problemas medioambientales, retrasos constructivos, conflictos sociales y ambiciones excesivas.

Al ritmo actual, incluso los objetivos revisados para 2030 parecen difíciles de cumplir. Sin una auditoría ambiental rigurosa y una mayor transparencia, el proyecto corre el riesgo de perder confianza y credibilidad internacional.

No obstante, si se adopta un enfoque más realista, por etapas, centrado en la sostenibilidad verdadera y el respeto social, NEOM aún podría consolidarse como un ejemplo de desarrollo responsable del siglo XXI, y no como un experimento fallido de urbanismo utópico.

 

También te puede gustar

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Supondremos que estás de acuerdo con esto, pero puedes optar por no participar si lo deseas. Acepte Read More

Privacy & Cookies Policy