Para algunos residentes, París se está volviendo menos atractivo, lo que los lleva a optar por otras ciudades provinciales o suburbios cercanos.
La crisis del Covid afectó el atractivo de la capital, y durante ese período el número de personas interesadas en comprar propiedades en París cayó un 30%. Esta disminución se debe en parte al aumento del teletrabajo, que ha reducido la necesidad de muchos de desplazarse a la ciudad. La pandemia también llevó a algunos parisinos a reconsiderar sus prioridades y centrarse más en su bienestar personal. Preocupaciones sobre la calidad de vida —como la contaminación ambiental, la sobrepoblación y la falta de espacio— han disminuido ligeramente la atracción de la ciudad.
Para reducir gastos y/o ahorrar espacio, muchos parisinos están eligiendo dejar la capital y mudarse a localidades cercanas. La expansión de la red de transporte en Île-de-France refuerza esta tendencia, ya que cada vez más ciudades periféricas están conectadas con París y los tiempos de viaje tienden a reducirse.